La Nueva Regulación del Sistema Financiero en Bolivia

La Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) ha dado un paso trascendental con la promulgación de la nueva Regulación para la Operación del Sistema Financiero (RSF). Esta normativa establece un marco legal claro y preciso para las empresas de tecnología financiera (Fintech) y los proveedores de servicios financieros digitales en Bolivia, marcando un antes y un después en el desarrollo del ecosistema financiero del país.

El reglamento aprobado mediante la Resolución ASFI 540/2025 que forma parte del Decreto Supremo 5384 del 7 de mayo de este año, inicia un período de adaptación crucial para todas las entidades involucradas. Las empresas Fintech tienen un plazo límite para presentar los trámites de autorización formal hasta el 31 de diciembre.

La RSF impacta directamente a más de 200 empresas nacionales, entre ellas 33 plataformas de pago y 176 proveedores de servicios de activos virtuales (PSAV) que operan en Bolivia. La regulación busca promover principios fundamentales como la innovación responsable, la interoperabilidad y la confidencialidad y reserva. Esto es crucial en un contexto donde el uso de plataformas de pago se ha incrementado significativamente, reflejado en el auge de transacciones con criptomonedas, pagos mediante códigos QR y transferencias bancarias directas sin necesidad de intermediarios tradicionales. Estas nuevas formas de inversión y el uso de divisas digitales están transformando el panorama financiero boliviano.

Los tres principios fundamentales en los que se basa la RSF son:

  • Innovación responsable: Garantiza que el desarrollo de nuevas soluciones financieras se realice de manera segura y controlada, sin comprometer la estabilidad del sistema.
  • Interoperabilidad: Facilita la comunicación y el intercambio de información entre diferentes plataformas y servicios, promoviendo un ecosistema financiero más conectado y eficiente.
  • Confidencialidad y reserva: Asegura la protección de datos y la capacidad del sistema para resistir y recuperarse de posibles interrupciones o ataques.

Estos principios son la base para un equilibrio entre la modernización del sistema financiero y la preservación de su estabilidad y la confianza pública. La normativa abarca una amplia gama de servicios de tecnología financiera, incluyendo pagos digitales, sistemas electrónicos, plataformas de financiamiento colaborativo, soluciones blockchain, activos virtuales y servicios vinculados a criptoactivos. Además, establece que las empresas podrán establecer alianzas con entidades locales y extranjeras para impulsar el desarrollo del sector.

La RSF también aborda aspectos clave como el registro nacional de activos virtuales, los entornos de prueba, la ciberseguridad y la prevención de operaciones con activos virtuales. Asimismo, establece obligaciones de registro y cumplimiento para todas las entidades que operan en este sector.

En resumen, la nueva Regulación para la Operación del Sistema Financiero en Bolivia es un paso significativo hacia la creación de un entorno más seguro, innovador y sostenible para el desarrollo de las fintech y los servicios financieros digitales, sentando las bases para un futuro financiero más robusto en el país; en este caso específico era necesaria la regulación para proteger datos, evitar fraudes y garantizar que las plataformas sean seguras y responsables. Esto va en línea con lo que ya hacen países como México, Brasil y Chile y ha dado buenos resultados.

El desafío para ASFI es buscar especialistas en cripto y blockchain que entiendan cómo funcionan los nuevos operadores y evitar que los altos costos regulatorios ahuyenten a startups pequeñas o que se trasladen directamente al usuario haciendo más caro el servicio o generando abandono del mercado, si eso pasa, la regulación no lograría su objetivo: incluir, proteger y fomentar innovación.